Por Ernesto Rosas
“NO IMPORTA LO QUE OIGAS,LO QUE SIENTAS O PIENSES, SOLO SIGUE ADELANTE HASTA LOGRARLO”
La perseverancia es tener una voluntad muy firme de ir y llegar a un objetivo, a pesar de los obstáculos y la frustración. Su mirada no se desvía de su meta y no contamina su mente con pensamientos negativos que solo le drenan su energía y el ánimo.
Hebreos 12:1-3
1 Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
2 Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
3 Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Jesucristo es nuestro máximo ejemplo inigualable de amor y perseverancia. No miró el proceso del sacrificio que tenia que hacer, sino el final, los resultados y beneficios que su muerte y resurrección nos daría a miles de millones de seres humanos que creemos en Él como nuestro Señor y Salvador.
No mires el sacrificio que tienes que hacer, mejor pon tu mirada en la meta y no la pierdas de vista hasta que llegues. Piensa en los resultados y beneficios que te dejará tu sacrifico. Busca a Dios y fortalécete en Él a través de la oración y la obediencia de Su Palabra.