Por Ernesto Rosas
Imitar significa que una persona hace lo que otra está haciendo o ha hecho. Jesús nos dijo que debemos seguir sus pasos, hacer lo que Él hizo y un mayores cosas porque está a la diestra del Padre, todo en Su nombre y con fe. Juan 4:11-14
Debemos observar detenidamente cuál es el estilo de Jesús para enseñar y predicar la Palabra, para sanar a los enfermos y echar fuera demonios. Vemos claramente que tiene Poder y Autoridad para “Ordenar” que las cosas sucedan. Una de las cosas que la iglesia de Cristo debemos hacer es precisamente eso, ordenar en Su Nombre para que las cosas sucedan de manera sobrenatural.
Jesús dijo que a través de nuestra fe podemos hacer las mismas cosas que Él hizo, por supuesto, bajo la dirección del Espíritu Santo, porque no voy ordenar a que sucedan cosas nada más porque se me ocurrió. Precisamente todo esto es el resultado de una intimidad diaria con Dios que nos hace cada vez más sensible a Su voz y a Su voluntad.
Jesús dio la orden para destapar oídos, echar fuera demonios, resucitar muertos, secar una higuera, calmar una tempestad, desatar la lengua de los mudos, dar vista a los ciegos, enderezar huesos de lisiados, entre muchos milagros más.
Josué dio la orden al sol y la luna para que se detuviera porque Dios se lo ordenó, y él le creyó y actúo en fe dando la orden verbal y audible. Dios vio y oyó su fe en acción y el milagro sucedió porque Josué obedeció al Señor. La obediencia es fe en acción. Amos 3:7-8
El principio la creación se hizo porque Dios una “orden” y así sucedió. Génesis 1:3-7, Salmo 33:6-9, Marcos 4:39, Marcos 7:31-37.
Cuando oremos por los enfermos debemos dar la orden con fe sobre el cuerpo enfermo y Dios actuará con la sanidad o el milagro que se necesita. Hablemos con fe sin dudar y demos la orden en el nombre de Jesús, y veremos los milagros suceder.
Debemos tener la mentalidad del Reino de Dios, de “dominar” ejerciendo la autoridad en el nombre de Jesús. Recordemos que somos reyes y sacerdotes para Dios, para ministrar Su Presencia con adoración y para gobernar en la tierra con autoridad.
La parte importante para imitar a Jesús es tener la Fe de Dios, por lo tanto, debemos alimentar nuestro fe con Su Palabra y orando en el Espíritu para crecer y fortalecernos espiritualmente. Llamemos las cosas que aún no existen como si fueran y declaremos vida con nuestras palabras porque así es la Fe de Dios. Romanos 4:16-17