La Biblia tiene ejemplos de hombres y mujeres con una vida de fe. Cada uno de ellos nos enseña una perspectiva diferente, pero el objetivo es el único, vivir creyéndole a Dios en cada paso de nuestra vida.
Los momentos difíciles y críticos pueden ayudar a florecer las aptitudes y los talentos que tenemos escondidos. Los seres humanos podemos crecer en la adversidad, levantarnos ante el sufrimiento y aprender de los errores. Dios nos ha capacitado para hacerlo. Ante los desastres sacamos todos nuestros recursos y ante las aguas tranquilas olvidamos que los tenemos. Muchas personas tienen miedo al fracaso, por eso deciden no hacer nada o intentarlo nuevamente.
¿Qué es el fracaso?
Es la manera equivocada de hacer las cosas. Es un error del que no aprendemos nada. El aprendizaje y los cambios nos ayudan a convertir el fracaso en éxito.
El fracaso tiene actitudes: No probar, no arriesgar, no aprender, no llevar los sueños a la realidad, tener teoría sin práctica, quedarse en el error, no volver a intentarlo, aferrarse hacer siempre lo mismo esperando que las cosas cambien, etc.
No tengamos miedo al fracaso pero si al no hacer nada, al no probar, a no vivir. Los miedos están fundamentados en el desconocimiento de tus propios recursos, esto paraliza a la persona, se vuelve insegura y tiene reacciones estúpidas.
Los miedos provocan que no podamos enfrentar de manera efectiva nuestro ambiente. Hay muchos miedos: a las alturas, animales, elevador, hablar en público, etc. Los miedos que más esclavizan a la gente: 1. Al ridículo. 2. Al que dirán. Estos dos cortan tus alas para volar como águila en las alturas sobre las circunstancias. Las personas con miedos hacen juicios muy severos sobre sí mismos y los demás.
1. No seamos inválidos en la fe
Los inválidos tienen problemas en las piernas, no se mueven fácilmente. Algunos son llevados en sillas con ruedas o en camillas.
Juan 5:1-9
Es una historia con mucha enseñanza para nosotros.
“Betzatá” significa casa de misericordia.
Misericordia significa “una oportunidad más”, es decir, inténtalo una vez más. Ante el fracaso debemos darnos una oportunidad más. Nuestro Dios es un Dios de oportunidades. No quiere que vivamos derrotados, anclados en el fracaso, nos diseñó para el éxito.
¿Quiénes buscaban una oportunidad?
ENFERMOS:
Físicos, mentales (neurosis, depresión, ansiedad, entre otros)
CIEGOS:
No ven las oportunidades, no ven su realidad.
COJOS:
Su andar no es constante, no es derecho.
PARALÍTICOS:
Imposibilitados para moverse con libertad. No intentan nada, Muchos deciden no moverse.
2. Jesús vio a un hombre
Tenía estas características:
Inválido.
38 años enfermo.
Tirado en el suelo (analogía del fracaso).
Era un hombre con 38 años haciendo lo mismo, quizás con una mentalidad estancada, falta de carácter, acostumbrado al sufrimiento, enfermo de mediocridad. Tenia movimientos muy lentos y con mucho esfuerzo. Sus proyectos y metas eran muy limitadas.
Estaba tirado, y puede representar una vida sin metas y aspiraciones. El fracaso era su aliado y fiel compañero. Quizás la depresión era parte de su estilo de vida, sin esperanza de resolver la situación, noqueado por la adversidad (le contaron hasta diez y no se levanto).
3. Jesús interviene
Jesús lo vio y tuvo compasión de él y le preguntó:
¿Quieres ser sano?
La palabra "Sano" en el original significa: Saludable, estar bien, crecer, agrandar, aumentar. La sanidad no es tan solo en el cuerpo, sino también en las finanzas, matrimonio, relaciones con los hijos o con otras personas, mentalidad, emociones, autoestima, entre otros. Cuando hay sanidad hay crecimiento.
El inválido no vio lo que Jesús vio: “la oportunidad de ser sano”. Muchos han perdido la perspectiva de Dios y solo ven su fracaso y lo negativo. Este hombre veía lo imposible pero no al Dios experto en lo imposible.
Jesús preguntó:
¿Quieres ser sano?
Respuesta:
NO TENGO A NADIE...
Demuestra su dependencia de otros y no de Dios.
SOY LENTO....
Tenía etiquetas. Quizás miedo al que dirán o al ridículo. 38 años de frustración lo programaron para solo pensar en lo negativo.
4. Jesús da la orden
Jesús solo dijo tres frases y pasos imperativos:
Levántate.
Recoge tu camilla.
Anda.
LEVANTATE
Renuncia al fracaso. Decide cambiar. Hoy es tu oportunidad, aprovéchala, anímate. Aún no esta perdido todo. Cree que puedes hacerlo. Esfuérzate e inténtalo de nuevo.
RECOGE TU CAMILLA
Ya no uses lo que siempre has usado. No te apoyes en lo que no te deja nada, en lo que no resuelve tu problema. Haz algo diferente, la camilla te cargaba, ahora tu carga la camilla, es decir, pon en acción el cambio.
ANDA
¡Muévete! Haz lo que nunca haz hecho, lo que siempre haz deseado (lo bueno). Al que cree todo le es posible, cree en Dios y cree en ti mismo.
La fe se mueve y en el trayecto sucede el milagro. No tengas miedo y muévete, <<
La fe no es estática, es dinámica. El miedo es contrario a la fe y paraliza a la persona. La oracción nos habla de orar y accionar, moverte en las promesas de Dios. No te quedes sin hacer nada, muévete conforme a las Escrituras; no te desvíes a la derecha ni a la izquierda, mantengámonos en el centro de la voluntad de Dios.
Recordemos tres factores importantes de la fe:
Cuando Dios nos da una Palabra Rema:
Con el corazón se cree.
Con la boca se declara.
En su Palabra Rhema nos movemos (obediencia).
Jesús nos dice a nosotros:
LEVANTATE.
RENUNCIA A TUS MIEDOS.
APRENDE DE TUS FRACASOS.
PRACTICA MI PALABRA.
RECIBE LA BENDICIÓN.
Esta es la manera de convertir el fracaso en éxito. Pongamos nuestra fe en movimiento,en acción, seamos parte de los milagros de Dios cada día.
Recordemos que sin fe es imposible agradar a Dios.
