viernes, 4 de abril de 2008

CUIDANDO A NUESTROS LIDERES

Agotamiento
por Esly Regina Carvalho

Alguna vez se ha sentido cansado, agotado y sin saber que hacer. En este artículo se mencionan los peligros del desgaste físico, emocional y espiritual para los que sirven en la iglesia.

Una de las condiciones comunes que estamos viendo entre nuestros líderes es un agotamiento emocional o los que los norteamericanos llaman de "burnout" (literalmente, "quemado"). El Rev. Ron McLain define el agotamiento como "un estado de agotamiento físico, mental y emocional que se caracteriza por un cansancio constante y crónico, sentimientos de 'desvalorización , falta de esperanza, el desarrollo de un auto-concepto negativo y una actitud pesimista hacia el trabajo, hacia la vida y hacia otras personas.' (*)

McLain comparte algunas causas que producen el agotamiento en nuestro liderazgo. Entre ellas, quisieramos mencionar los siguientes:

1. La existencia de una marcada diferencia entre las expectativas idealistas del líder y la dura realidad con la cual tiene que enfrentarse a diario. Muchos entran al ministerio con lindos sueños, pero la realidad es otra. Con frecuencia el trabajo es duro, y cansador.

2. Una carga de trabajo que es demasiada pesada para una sola persona. Por más esforzado que sea el líder en su trabajo, nunca parece lograr avances significativos. En muchos casos, yconvive con una persistente sensación de soledad.

3. La presencia de una adición al trabajo – lo que muchos psicólogos han denominado "trabajólicos". Le han dado este nombre porque su adicción al trabajo es tan intensa como la del alcohólico a la bebida. Las personas alrededor de este "adicto al trabajo" pueden sentir admiración por ella, pero la verdad es que el "motor" que lo mueve no es el correcto. Con frecuencia lo motiva la falta de autoestima, la inseguridad y la necesidad de afirmación. A la larga, produce un desgaste profundo en la vida del líder.

4. La falta de preparación para las diversas tareas que enfrentan a diario. El pastor a menudo no ha tenido la oportunidad de continuar su propia formación y se encuentra frente a realidades ministeriales para las cuales no tiene las herramientas adecuadas.

5. La necesidad de luchar con problemas y conflictos en forma constante. Las situaciones adversas son parte de la realidad ministerial, pero no deben ser una experiencia continua en la vida del líder.

6. El vincular la autoestima al éxito del ministerio, cosa que lleva a serios cuestionamientos personales cuando las cosas no van bien en la iglesia.

7. El tomar las cosas demasiado en serio y olvidarse del valor de reirse de uno mismo. Hemos sido llamados a divertirnos y disfrutar de lo que Dios nos ha dado.

8. La expectativa que están obligados a dar más que a recibir es algo que hace que líderes trabajen con un enorme sentimiento de culpa si desean hacer o tener algo para si mismos o para sus familias.

9. El sentirse mal pagado y poco apreciado por la gente a la cual le está ministrando.


Algunos Síntomas de agotamiento

1. Una disminusión en la energía y creciente dificultad en mantener el ritmo normal de la vida.

2. Sentimientos de fracaso en cuanto a la vocación y un cuestionamiento en relación al llamado al ministerio.

3. Una sensación que las recompensas que se reciben son muy pobres en comparación a lo que se ha invertido en el ministerio.

4. Un sentimiento de desesperanza e incapacidad de ver soluciónes para los problemas.

5. Actitudes negativas y cínicas con respeto a uno mismo, su trabajo, otras personas y el mundo en general.


Sugerencias para evitar el agotamiento:

1. Encuentre nuevas disciplinas espirituales y/o formas nuevas de realizar sus rutinas de trabajo. Desarrolle su vida devocional de una forma distinta por ejemplo, escriba sus oraciones en vez de hacerlas en voz alta. Salga a caminar y ore en voz alta mientras camine (a solas, por supuesto, o ¡le pensarán loco!). Busque un compañero de oración con quien pueda compartir abiertamente.

2. Tome tiempo para estar a solas. A veces estar a solas es lo que nos ayuda a "recargar las baterias". Aún Jesús se retiraba da las multitudes para tiempos de soledad.

3. Duerma bastante y haga ejercicio. El pastor o líder no es "superman." También tiene que cuidar del "templo del Espíritu Santo". Descanse y relajase. Sin sentimientos de culpa. Dése permiso para hacerlo.

4. Rinda cuentas a otras personas. Comparta con otras personas. Pida a Dios que ponga en su vida otras personas con quien pueda compartir, en confianza, las cargas que le afligen, sus tentaciones, y sus anhelos. El compartir la carga hará que se sienta más ligero.

5. Piensa de formas distintas. Busque soluciones creativas. Procure encontrar soluciones y no problemas.

6. Haga algo semanalmente que no tenga nada que ver con su trabajo o con el ministerio. Busque hacer algo que le de gusto, algo placentero, por el puro gusto de hacerlo.

Notas de referencia:
(*) Citado en el boletín electrónico, To Our Colleagues in Personnel, circulado por Ken Royers de Link Care Center, Fresno. CA, USA. Agradecemos el permiso de los colegas citados para aprovechar el material de su boletín para esa columna.