Por Pastor David Myers 5/5
SEPTIMO PASO:
Sugiere un camino mejor.
Dice: "Yo pienso que si hacemos las cosas de esta manera, entonces sería mucho mejor....". Esto no queda allí sino que comienza a levantar su propio grupo de seguidores. Siempre en una iglesia habrá alguna persona que no esté de acuerdo con el liderazgo, y el Absalón buscará a esa persona para añadirla a su grupo.
En este punto es donde Dios prueba la fidelidad a él antes que al liderazgo. No obstante, Dios te probará para ver si puedes someterte a un liderazgo por más que no todas las cosas que se hagan te convenzan.
¿De dónde vino el espíritu de Absalón?, de Lucifer, antes de ser Satanás. De ahí nace este espíritu absalónico, y ya sabemos donde lo llevó a Lucifer, a Absalón y a cada persona que sigue obrando como él.
OCTAVO PASO:
Atrae a las personas a él mismo.
Ya no hace discípulos de Jesucristo, sino que hace discípulos suyos, los atrae a sí mismo. Cuando un grupo funciona sobre esta base, no vamos a encontrar personas que estén siendo salvadas, sanadas, ni liberadas.
El grupo que ha basado su confianza en un Absalón, en la rebeldía, en el desconformismo, no puede tener los frutos del Espíritu de Cristo, no puede Cristo edificar su iglesia a través de la rebelión, los malos entendidos, o la crítica. Pero aquí Absalón envuelve a sus seguidores en su crítica y en su rebelión.
Un grupo rebelde que se divide, es un grupo que está destinado a la muerte espiritual. Cristo jamás usó estos métodos para construir su iglesia y su reino. Lamentablemente así comienzan muchas iglesias. Parece estar de moda el método de la división para "evangelizar". Sin embargo una iglesia sana se edifica sobre la salvación de los pecadores, y no sobre las disconformidades.
Lo que Dios busca en sus siervos es un compromiso y un deseo de servir. Un Absalón no tiene deseos de servir, sino de ser servido; aparenta servir, pero en realidad quiere ser servido; quiere levantarse, y tener "renombre".
Muchísimas personas están dispuestas a seguir un "evangelio" que no le exige ningún compromiso. "A mi que no me vengan con diezmos, son servicios, con ir a evangelizar a la plaza, con ayunos y vigilias...¡No!, yo asisto a tal iglesia porque allí no me piden nada". Pero una iglesia sana se edifica sobre el servicio, sobre el querer dar. Se edifica sobre el compromiso con el Dios Altísimo, con el liderazgo de la iglesia, y como miembro de esa iglesia.
Creo que los creyentes no se dan cuenta del peligro al que se exponen al dejar su compromiso en la obra de Dios. Literalmente se están poniendo sobre una colina y le gritan al Diablo "soy un blanco, pegame donde quieras". Se abren todo al ataque del enemigo contra sus vidas, y luego se preguntan por qué les va mal todo, por qué la depresión, por qué la enfermedad, ¿por qué? ¿por qué?.
NOVENO PASO:
Alimenta a sus seguidores con su propio
espíritu de crítica y deslealtad
En vez de alimentarlos con la Palabra, los nutre y los alimenta con la deslealtad y con su crítica. "El rey no puede ayudarte, no tiene tiempo". "El pastor no te visita, no se preocupa por ti, yo si". "No se sabe como se maneja el dinero de esta iglesia", etc. Las sugerencias ya se transforman en acusaciones.
Comienza a hablar de las faltas e inconsistencias obvias de todo pastor y liderazgo, pues no se puede esperar de nadie total perfección en todo. Generalmente Absalón comienza con acusaciones que nada tienen que ver con la habilidad del pastor para llevar el liderazgo de una iglesia. Lo que busca un Absalón es hacer notar cosas obvias, para que su seguidores le digan que es la verdad. Alimenta a sus seguidores con su espíritu de crítica, los que por supuesto, ven las cosas obvias y le creen. Así van siguiendo en ese espíritu hasta que también creen otras cosas que no son tan obvias.
DECIMO PASO:
Decide llevar la conspiración a la acción
Con el aumento de sus seguidores, decide llevar a cabo la acción. Ya ha tenido bastante tiempo para reclutar gente a su lado y en ganar los corazones de muchos para que lo oigan. Ahora dice: "Cuando oigan la trompeta, sabed que el rey vive en Hebrón.....".
Comienza a llevar la conspiración, que hasta ahora ha sido subterránea, a la acción. Y la lleva usualmente con personas inocentes. Absalón llevó a doscientas personas que "no sabían nada", y fueron en su sencillez e inocencia.
DECIMO PRIMER PASO:
Justifica su rebelión enfatizando los
hechos en los cuales no está de acuerdo
Justifica su rebelión sobre "cositas", no sobre asuntos concretos, ni sobre pecados fuertes. Sino sobre hechos irrelevantes. Hay iglesias que se han dividido por una simple cuestión, si comprar bancos o sillas. Pues bien, los que quieren bancos se quedan y los que no, se van. Las divisiones vienen por las cosas pequeñas que generalmente un Absalón usa para su bien.
DECIMO SEGUNDO PASO:
Absalón se lleva su grupo y empieza su propio ministerio
Divide la iglesia y el Cuerpo de Cristo, y se lleva a los suyos. Ahora tenemos un nuevo grupo que ha surgido por la deslealtad y la rebelión. No ha nacido por el amor a Dios. Ni ha nacido por un avivamiento, sino ha nacido por deslealtad.
Cada grupo que comienza así tiene una maldición sobre su cabeza, no hay opción. Si tu has hablado en contra del liderazgo, ¿sabés lo que has hecho en ese instante?, has desatado juicio sobre tu cabeza porque hay una maldición sobre la cabeza del rebelde. Solo puedes tomar una decisión para escapar de esto, arrepiéntete de tu crítica y de tu rebeldía, aunque tengas o no razón. Dios lo estableció así.
¿Qué pasa con una persona, o con un grupo que funciona en el espíritu de Absalón?
Absalón entró en Jerusalén, y en el palacio. Se acostó con las mujeres del rey, y declaró "soy el rey". El hecho de acostarse con estas concubinas de David, demostró que tenía una mente perversa y lasciva.
El consejo de hacerlo vino de Ahitofel, que se presume era el abuelo de Betsabé, con quien David había tenido sus amoríos. Este lamentable hecho demostraba que Absalón se hacía dueño de todo lo que poseía su padre, y que no había más posibilidad de reconciliación entre ambos.
Fue como cuando Cortés quemó las naves en el Golfo de Méjico, indicando a sus hombres que no había otra salida que luchar por la causa de la conquista. Sus seguidores estaban convencidos del triunfo: "Miren como Dios ha levantado a Absalón, la presencia de Dios está con él, lo está bendiciendo tremendamente, ésto es realmente de Dios". Pero luego comenzó la batalla, y en ella murieron 20.000 de los rebeldes a manos de los leales. Y no solo eso, sino que Dios mató a más en el bosque de los que mataron David y sus hombres (como cincuenta o sesenta mil hombres).
Absalón se enredó los cabellos en una encina y así quedó suspendido entre el cielo y la tierra, y el mulo en que iba siguió adelante. Su hermosa cabellera que todo Israel admiraba fue su ruina, y 10 hombres de Joab lo mataron.
¿Qué pasa si hemos dado lugar a este espíritu de crítica y rebelión en nuestras vidas?
Si hemos resaltado las fallas del liderazgo ante los ojos de los demás, haz lo siguiente:
1) Decide en tu corazón arrepentirte, y no hables más de otros líderes. Si no puedes levantarlos a los ojos de otros, si no lo puedes exaltar, cállate la boca y no digas nada.
2) Deja de juzgar lo que no te gusta, Dios lo juzgará por los motivos que hay en su corazón.
Deja de hablar y de buscar a otros que están disgustados. Ni prestes oído al chismoso o al que se queja.
Decide en tu corazón: "si alguien viene a mí en contra de otros, no voy a prestar oído porque no quiero ser parte de ese espíritu de rebelión y de división". En 1ra Corintios 11:31, se nos dice: "Si pues nos examinásemos a nosotros mismos no seríamos juzgados....".