miércoles, 20 de agosto de 2008

LA DESLEALTAD - 04

Por Pastor David Myers 4/5

SEGUNDO PASO:
Maniobrar para recibir la alabanza de los hombres

"Se levantaba Absalón de mañana (era bien espiritual), y se ponía junto al camino". Entonces Absalón le decía: - "Mira, tus palabras son buenas y justas, más no tienes quien te oiga de parte del rey. ¡Quién me pusiera por juez sobre la tierra!".

De esta manera los que le escuchaban decían: - "¿Tú me harías justicia?". - "¡Claro hombre, yo te haría justicia si fuese un juez!". - "¡Oh, que maravilla, voy a orar a ver si Dios te levanta a ti!". Allí ya se maniobró para recibir la admiración y la alabanza de otros. Aquí ya comienza a entrar un espíritu de actor, ya todo es actuación, todo es espectáculo.

Ya no es tanto la oración para recibir la unción que Dios da, sino más bien, ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo comportarme? ¿Qué tema puedo tocar para que otros me digan: "que bien lo hiciste"? todo lo que hace es para que otros lo alaben. Su motivación es el aplauso de los hombres.

Ahora, ¿por qué quieren ser reconocidos? Usualmente quieren ser reconocidos por el pastor o por todo el liderazgo, para que todos digan "que bien lo hiciste". Pero si el liderazgo no lo reconoce no le importa, buscará a cualquiera para que lo reconozca. "Tienes una buena causa, yo quiero ayudarte". Un servidor leal a Jesucristo, por el contrario, no solo no quiere ser visto sino que no le importa.

TERCER PASO:
Actitud de orgullo espiritual.

A causa de haber oído las alabanzas del pueblo de Dios hacia su persona, comienza a crecer en su pecho el orgullo espiritual. Comienza a decirse a si mismo:"Por fin la gente se está dando cuenta de mis habilidades y de que se dirigir". Y todo esto termina como en el caso de Absalón: "Yo debería ser el líder".

El orgullo espiritual lo comienza a inflar, y pronto lo que sale de su boca es: "Si soy tan ungido, y el Señor me usa tanto, ¡quien me pusiera como juez!". "Dios levántame, es tiempo ya de jubilar al otro. Levántame como líder!".

Este orgullo espiritual generalmente lleva a presentar sus ideas y proyectos al liderazgo. Como este no las recibe dice: "¿Qué pasa con el liderazgo y con su discernimiento espiritual? ¿Qué pasa? ¿Ya no pueden percibir cuándo las cosas son de Dios y cuándo no lo son?" Esto es orgullo espiritual.

CUARTO PASO:
Cuestionar y poner en tela de juicio la autoridad
y la espiritualidad de los líderes.

Ya que no ha sido aceptada su propuesta y sus ideas, o siente que lo están poniendo a un lado, entonces empieza a cuestionar la autoridad espiritual de los líderes. Esto sucede especialmente con personas cuyas ideas han sido útiles en su momento. Al quedar ofendido, comienza a buscar personas que estén de acuerdo y que apoyen lo que él siente.

Absalón comenzó a minar la confianza en el rey. "El rey no quiere oírte", "está siempre ocupado", "él no está orando", "no tiene discernimiento espiritual", "si tu vas al rey, él te va a enviar por allí nomás, pero yo....yo te escucho porque te amo". Y si esto progresa, llegamos al quinto paso.

QUINTO PASO:
Crítica contra el liderazgo.

Ya es algo externo, ya empieza a criticar abiertamente. El hombre o la mujer que ha llegado a este punto empieza a usar tanto sus propias ideas como el criterio sobre el cual juzgar las decisiones del liderazgo. Esto lleva a un espíritu crítico.

La crítica es una de las cosas más destructivas que puede existir, ya que mina la confianza más rápido que cualquier otra cosa. Si te vuelves una persona crítica, te aseguro que dentro de un tiempo no tendrás amigos, porque a cada uno de ellos, le criticarás la conducta del otro. Proverbios 16:18 dice: "El perverso siembra la contienda".

El que se interesa en las heridas de otros para usarlas a su favor, está manipulando a la gente para su propio beneficio. El que está funcionando en este espíritu absalónico va por la iglesia buscando personas heridas, los que en alguna circunstancia no han estado del todo de acuerdo con el pastor o el liderazgo. Las busca y las encuentra, porque todo pastor y liderazgo tienen fallas o cometen errores. Pero el que se interesa en las heridas de otros para usarlos y no para salvarlos, no es de un espíritu correcto.

Esto no implica que el pastor y el liderazgo estén exentos de corrección. Por el contrario, deben estar abiertos a ideas o a personas que no han entendido muy bien lo que se hace o que han pasado por algún mal entendido. Pero si a cada cosa que el liderazgo hace, tú estás diciendo: "Yo no lo haría así, yo lo haría de otra manera", entonces cuídate.

SEXTO PASO:
Espíritu competitivo.

Toma las decisiones del liderazgo y las distorsiona, presentándolas a sus seguidores. Generalmente es una verdad a medias. Manipula la verdad como a él le conviene, para comenzar una competencia entre él y el liderazgo.

Lo que comenzó a hacer Absalón se prolongó en especial por 4 años, hasta el desenlace fatal de los hechos. No es algo que ocurre de inmediato. Dios siempre quiere poner líderes sólidos y arraigados en la Palabra. Por eso el enemigo tiene tanto interés en atacar a los futuros líderes. Por eso debemos anticiparnos a los peligros futuros, y trabajar en consecuencia, siendo más astutos que él, para que no logre sus objetivos.

La persona que el enemigo quiere usar, es alguien con grandes dones, habilidades y cualidades especiales. Todos cifran en él grandes esperanzas como futuro líder, por eso mismo el enemigo da contra él con este espíritu absalónico.

Absalón era el más hermoso de todo Israel. No se contentaba con eso, quería reemplazar al rey, no quería autoridad sobre él mismo. David le había protegido, dado su favor, pero él quería mucho más. El diablo busca a los líderes para usarlos, y su estrategia es dividir y conquistar (Mr 3:24-25). Un reino dividido no puede mantenerse en pie. Si la iglesia se divide, caerá.