jueves, 5 de enero de 2012

Clase 21 - GC 2011

HAZ TU PARTE

2 Crónicas 20:1-30

En un equipo deportivo, todos tienen su participación específica para lograr la victoria en el juego. El director técnico los prepara físicamente y les da la estrategia a seguir de acuerdo al contrincante, y los jugadores lo harán de acuerdo a esas instrucciones. Lo mismo sucede con un boxeador, lo entrenan para ganar y así lo preparan, pero en el cuadrilátero el peleador debe dar todo ahí, porque es la parte que le corresponde, el entrenador ya hizo su parte.

En la vida cristiana es lo mismo, pero algunos piensan que Dios debe hacer todo y nosotros los creyentes nada, pero así no funciona el proceso de los milagros. La Biblia dice que somos colaboradores al servicio de Dios. El Señor tiene su parte y nosotros la nuestra usando la fe en Él. Sin fe es imposible desatar los milagros en nuestra vida y a través de nuestra vida. 1Corintios 3:5-9

La historias Bíblicas nos muestran que Dios actúo después que las personas creyeron en Su Palabra y actuaron conforme a ella por fe. No olvidemos éste principio espiritual: Dios siempre responderá a nuestra fe en Su Palabra que nos dice Qué hacer, Cómo, Cuándo, Dónde y con Quién hacerlo. El Señor nos da las indicaciones en Su Palabra, entonces hagámoslo en el tiempo indicado por Él y seguramente veremos un milagro.

(v.1-12) El Rey Josafat tenía un gran problema encima, porque tres ejércitos le declararon la guerra. Numéricamente llevaba la de perder porque su ejército era menor a la del enemigo. Clamó a Dios, busco su ayuda y su guianza para enfrentar al enemigo y vencerlo. El rey “No sabía qué hacer” pero depositó toda su confianza en el Señor. Nosotros debemos hacer lo mismo cuando nos sentimos así porque enfrentamos una situación adversa imposible de resolver.

(v.13-21) Dios les habló a través de un Profeta, les dio ánimo y les dijo qué hacer, cuándo y cómo hacerlo. La alabanza es muy importante, porque siempre que exaltamos a Dios habrá milagros a nuestro favor. A las personas les es más fácil quejarse y hablar negativamente que hablar las promesas reveladas de Dios (Rhema). El Rey y todo el pueblo creyeron en la Palabra soltada por el Profeta, sabían que tendrían éxito.

(v.22-30) El pueblo de Dios empezó actuar al otro día conforme a las indicaciones recibidas a través del Profeta, demostrando su fe en cada paso que daban hacía el frente para confrontar al enemigo. La fe sin obras está muerta. El pueblo de Israel hizo su parte, Dios peleo por ellos y les dio la victoria. El ejército enemigo era numeroso pero Dios es el Todopoderoso que estaba a su favor. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre, y sigue respondiendo con milagros a la fe de sus seguidores. Santiago 2:17-26, Hebreos 13:8; Juan 14:12-14

¿No sabes qué hacer ante tu situación adversa? ¿Quieres ver los milagros de Dios a tu favor? Busca a Dios, escucha sus instrucciones, obedece (haz tu parte) y confía que Dios actuará. No te desesperes, porque al que cree, “Todo” le es posible.