sábado, 7 de julio de 2012

Clase 18 - GC 2012

QUEDENCE QUIETOS
Salmo 46:8-11


El mundo actualmente vive tanta presión económica, que las grandes potencias se están debilitando pero hay otras que están surgiendo fuertemente, como China por ejemplo, que es una nación que trabaja de manera estratégica y constante. Hay otras que se están debilitando como España, Grecia, Italia, entre otros. Esto ha generado inseguridad, miedo, incertidumbre, caos, mucho afán y algunos suicidios.

(v.8-9) No olvidemos que Dios tiene control sobre todas las cosas, pero Él no es el causante de todo lo que pasa en el mundo entero, sino nosotros los seres humanos somos los responsables de la situación actual. El juicio de Dios es inminente, porque la humanidad no se arrepiente de sus maldades y cosecha todo lo que ha sembrado. Todo tiene su límite y llegará el tiempo que todos serán juzgados ante el gran trono blanco, para la muerte eterna. Gálatas 6:7-8, Apocalipsis 20:11-15

(v.10) En medio de tanto alboroto a nivel mundial, Dios nos pide que estemos quietos, tranquilos ante Su Presencia para que reconozcamos que Él es Dios. La palabra reconocer en hebreo es “Yadá”, que significa: Conocer, reconocer, Enseñar, Entender, Mostrar, Aparecer, Comprender (Revelación), Considerar, Descubrir, Diligente, Discernir / Distinguir, Echar, Quebrantar. – debemos estar quietos y tranquilos para tener una relación íntima con Dio, para conocerlo, recibir revelación, quebrantar maldiciones y echar fuera la opresión del maligno.

En la intimidad nos damos cuenta que Él es Dios sobre todo el universo, que Él es digno de toda adoración y honra. Esto hace que nuestro corazón de doblegue con humildad para exaltarlo. Reconocemos que Él es Dios y nos ponemos bajo Su autoridad y dominio, solo Su voluntad prevalece en nuestra vida. Solo en esa intimidad conocemos el nombre del Señor y nace en nuestro corazón el “Temor de Dios”. 1 Reyes 8:43

Solo en la quietud, en la tranquilidad podemos conocer a Dios. Si andamos cargados con tanto afán y no nos detenemos para estar quietos y buscar a Dios, no lograremos conocerlo verdaderamente, y podemos caer en una relación religiosa y vacía, donde no hay una frescura para desear estar en la presencia del Señor. La religiosidad te hace orar por orar, por obligación, por cumplir como parte de la disciplina para servir. Oran pero no escuchan a Dios. Todo esto te impide conocerlo íntimamente.

Jesús quiere que tengamos un “Cuarto secreto” para buscar a Dios en la intimidad, para conocerlo y escucharlo. El profeta Samuel no sabía escuchar a Dios y no tenía revelación. Dios lo llamó tres veces y se manifestó a él. Después Dios lo confirmo como Profeta y tenía un lugar llamado “Silo” que significa lugar tranquilo y de reposo, y ahí se manifestaba a Samuel, le hablaba y le daba revelación. 1Samuel 3:1, 7, 10-11, 19-21, Mateo 6:5-13

Nosotros debemos tener nuestro “Silo” o “Cuarto secreto”, un lugar tranquilo y de reposo para buscar el rostro de Dios con pasión, y ahí poderle decir: “Habla Señor, que tu siervo escucha.