por Ernesto Rosas
¿Qué es un plan?
Actividades programadas para lograr un objetivo.
En Jeremías 29:11, dice que Dios ha trazado planes con un Objetivo doble: Bienestar y Esperanza.
I. LA AVARICIA
Parte del plan de Dios es nuestra prosperidad. El gran obstáculo del plan: = AVARICIA =. La enseñanza de Jesús en Lucas 12:13-21 nos habla de dos hermanos que se pelean por dinero. La raíz de la mayoría de los problemas es el amor al dinero y la falta de el. Por eso vemos hermanos que se pelean, matrimonios destruidos, niños sin educación, prostitución, robos, etc.
La raíz de todos los males: “EL AMOR AL DINERO”. También, la falta de dinero, trae muchos problemas. Jesús comienza su enseñanza sobre el dinero: “CUÍDENSE DE LA AVARICIA”, porque es el método desordenado para hacer riquezas. Dios rechaza la avaricia.
La gente con avaricia trabaja para hacer riquezas y por eso roban, mienten, estafan, fomentan guerras, destruyen familias, venden drogas y alcohol, no les importa el daño que hacen, sólo les importa aumentar sus riquezas.
Debemos cuidarnos del “espíritu de Avaricia” y no de las “riquezas”. La Biblia enseña el plan para hacer riquezas que no daña a nadie, no es desordenado, solo bendice y dignifica a todos.
Jesús enseñó que la vida no consiste en la abundancia de bienes. El dinero puede ser bendición o maldición. Depende de quien lo posea. Puede ser destrucción, por no saber administrarlo.
Necesitamos entendimiento para tener dinero. Necesitamos conocer el propósito para lo cual fue hecho el dinero.
Tener una buena relación con Dios te ayuda a disfrutar de una familia, de salud, de amigos, de poder amar y ser amados. El dinero puede ayudar a disfrutarlo, pero no lo puede comprar. Hay gente con dinero, pero con vidas y familias amargadas, etc.
El dinero sirve para: vivir una vida más cómoda y ayudar en la obra de Dios. Recordemos que Jesús dijo que la vida no consiste de los bienes que se posee.
¿EN QUÉ CONSISTE LA VIDA DE LA GENTE?
Mateo 4:4, Jesús le respondió a Satanás:
“Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
La Biblia nos enseña como tener una buena relación con Dios, que tenemos vida en Cristo Jesús y como podemos disfrutar mejor esa vida con el dinero.
La Biblia dice: “Que viviremos por fe en la palabra de Dios”, pero se nos olvida. Debemos vivir por lo que Dios ha dicho. No nos debe interesar si tenemos o no. Debemos vivir por lo que Dios ha dicho. Yo soy rico porque Dios lo dijo y lo creo. La vida cristiana consiste en vivir por la palabra de Dios, vivir creyéndole a Dios por lo que ha dicho, porque su Palabra nunca deja de ser, es eterna y poderosa.
II. EL PLAN CORRECTO
La parábola de Jesús en Lucas 12:13-21, nos relata a un hombre muy rico que tuvo que agrandar sus bodegas por la prosperidad de su negocio. Se sintió un hombre realizado por sus riquezas y pensó que ya no necesitaba trabajar más. Dios lo llamó “NECIO” porque el hombre dijo: 19“Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida.”
¿ACASO DIOS NO QUIERE QUE DISFRUTEMOS LAS RIQUEZAS?
¿POR QUÉ DIOS LO LLAMÓ NECIO?
¿QUÉ DICE LA BIBLIA AL RESPECTO?
Eclesiastés 5:18-19
Salomón el hombre más sabio y rico que Dios ha tenido sobre la tierra, nos enseña que es bueno comer y beber lo que no hace daño al cuerpo. Es bueno gozar del fruto de nuestro trabajo.
Hay que “Disfrutar el fruto de nuestro trabajo” para no mendigar y tampoco robar, sino por el privilegio y dignidad de nuestro trabajo debemos gozar el dinero que nos pagan o ganamos.
2 Tesalonicenses 3:10-12
Cada persona de su trabajo debe comer. El carpintero de la carpintería. El zapatero de los zapatos. Los que predican el evangelio del evangelio.
El trabajo es un servicio a otra persona. Nos da el derecho de recibir una justa remuneración. Todo cuesta, nada es gratuito. En la iglesia de Tesalónica había ociosos que no querían trabajar, eran personas chismosas y metiches. La pereza es un pecado. Proverbios 24:30-34, nos enseña de un campo sin fruto, por no trabajar.
El plan correcto de Dios es que el hombre trabaje, es una orden. Adán desde el principio trabajaba en el Edén. Los que no trabajan están en desorden, no obedecen la orden de Dios, son faltos de entendimiento.
Un campo sin fruto: Proverbios 24:30-34. El hombre no trabajó en el tiempo de la siembra. Descuidó el campo. No recogió nada. Aunque ore, ayune, confiese la palabra, no recogerá fruto.
¿Por qué?
Porque violó la ley de servir a otros.
Se durmió a la hora de sembrar. Con el fruto del campo, pudo haber servido a otros, y cobrar por sus servicios.
El plan correcto de Dios es: “Trabajar y disfrutar el fruto de nuestro trabajo”. Trabajar con honestidad, bendiciendo a otros con nuestro trabajo.