Por Ernesto Rosas
I. JESUS Y LA PROSPERIDAD
El ministerio de Jesús estaba respaldado por el Espíritu Santo. Vino a resolver los problemas del ser humano, los espirituales, físicos, familiares y financieros. Trajo la solución correcta a cada problema. En Lucas 4:18, la credencial de Jesús es la más poderosa. Una misión noble de Jesús.
¿Cuál es el problema?
Que la gente no entiende el por qué vino Jesús a la tierra. Si la gente entendiera, sus problemas se resolverían. Analizando la credencial de Jesús, “El Espíritu del Señor está sobre mí”. Se mostró como un Predicador ungido por el poder de Dios. Es el mismo poder que reorganizó la tierra en Génesis 1:2.
Podemos observar que en el principio la tierra estaba desordenada pero el Espíritu de Dios estaba allí. Dios se movía pero nada pasaba. Cuando el Señor habló, las cosas sucedieron por la poderosa unión. “El Espíritu de Dios y Su Palabra” actuaron juntos. El Espíritu es el que da vida a la Palabra. El Espíritu Santo vigila que la Palabra se cumpla, se realice para lo cual fue enviada. Cuando el Espíritu de Dios esta sobre una persona, deja de ser ordinaria y común.
La Palabra creó el universo. Las Escrituras nos muestran la voluntad, el pensamiento y el propósito de Dios. Jesús es la Palabra del Dios vivo. Juan 1:1, 14, Jesús es la voluntad, el pensamiento y el propósito de Dios.
El poder y el pensamiento de Dios estaban juntos para sanar al quebrantado, pregonar libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, libertad a los oprimidos y dar buenas nuevas a los pobres.
En Isaías 61:1-3, Jesús es el cumplimiento de esta profecía. “Sión” es la iglesia cristiana, es el Reino de Dios, las nuevas criaturas. La pobreza ha traído mucha destrucción. Jesús vino a predicar a los pobres, a traer “buenas noticias”. El mensaje de prosperidad no es nuevo.
La pobreza no es plan de Dios. Las “buenas nuevas” de Jesús son para sacarnos de la pobreza. Lucas 7:20-22 –Los discípulos de Juan el Bautista supieron que Jesús vino a dar buenas noticias a los pobres. Jesús le dio a cada problema la solución correcta.
Ejemplo:
Al ciego ----- no lo sanó de los pies.
Al cojo ------ no lo sanó de los ojos.
Al leproso --- no lo sanó de sordera.
Entonces, a los pobres les predicó el evangelio, la única solución correcta.
¿JESÚS DIO LA SOLUCIÓN CORRECTA DEL PROBLEMA DE LA POBREZA?
¿JESÚS LES PREDICÓ PARA QUE SIGUIERAN POBRES Ó PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA DE LA POBREZA?
La solución de Dios para la maldición de la pobreza es: “el evangelio”, porque los resultados del fracaso del hombre en el edén son las siguientes maldiciones: pobreza, enfermedad, angustia, dolor, tristeza, muerte, y muchas otras cosas que golpean a la humanidad. La solución de la pobreza no es el dinero, si hubiera sido así, Jesús hubiese dado dinero a la gente. Jesús dio la solución correcta, “el evangelio”.
¿Por qué algunos cristianos viven en la pobreza?
Porque son “oidores olvidadizos”. No son “hacedores del evangelio”. Muchos esperan “milagros financieros” sin practicar la Palabra.
II. EL EVANGELIO DE DIOS, LA SOLUCIÓN PARA LOS PROBLEMAS DE LA GENTE.
Romanos 1:1, 16
El evangelio es de Dios. Él nos da lo que necesitamos. El evangelio de Dios tiene poder para liberarnos. Si no has recibido la ayuda de Dios, es porque no has oído y creído el evangelio, de manera correcta. La desobediencia a Dios o a Su palabra trae maldición.
JESÚS NOS SUSTITUYÓ
(1) Jesús tomó nuestro lugar para pagar por la desobediencia. Él pagó nuestra deuda. Colosenses 2:13-15.
El evangelio de Dios es:
“Que nuestros pecados fueron anulados por Cristo en el calvario, al arrepentirnos, al confesar a Jesús como Señor y creer que el vino en forma humana, murió, resucitó y fue glorificado por el Padre ”.
(2) Jesús nos sustituyó en el problema de la enfermedad. Él fue un hombre completamente sano.
En Isaías 53:3-4, nos dice que Jesús en la cruz tomó nuestra enfermedad, sufrió nuestros dolores y su cuerpo fue maltratado y herido. Fue herido por nuestros pecados. Sufrió para que nosotros podamos vivir sanos, venciendo la enfermedad y gozar de salud. El evangelio de Dios es el poder para salvación a todo aquel que cree. Salvación se relaciona con las siguientes cinco palabras: Provisión, Sanidad, Liberación, Protección, Salvación. Jesús solucionó nuestra deuda con Dios y la enfermedad.
¿Jesús podrá solucionar el problema de la pobreza?
La pobreza ha causado muchos daños, ha matado a más personas que todas las guerras, ha dejado niños en la calle, mujeres en la prostitución, hogares deshechos, etc. El mayor daño de la pobreza ha sido: “Paralizar el evangelio”.
La escasez de dinero impide construir, comprar equipo de sonido, apoyar en las misiones y muchas cosas más. Dios tiene la solución correcta contra la maldición de la pobreza. Jesús tomó nuestra maldición de la pobreza, 2 Corintios 8:9.
TRES ÁREAS QUE SUSTITUYÓ JESÚS:
1. Pecado.
2. Enfermedad.
3. Pobreza.
¿QUÉ HIZO POR MÍ?
Venció nuestro pecado (Soy salvo), derrotó la enfermedad (Soy sano), destruyó al diablo (He vencido al diablo), venció nuestra pobreza (Soy rico).
Todo le pertenece a Dios:
Salmo 24:1 -Toda la tierra; Hageo 2:8 -Toda la plata y el oro.
Nuestro Dios es muy rico, por lo tanto debemos creer, entender y hacer lo que dice el evangelio. Jesús se hizo pobre para que yo fuera rico.