jueves, 20 de septiembre de 2007

TRES CLASES DE PERSONAS

Por Ernesto Rosas

Hay tres clases de personas en el mundo, las que dicen:
1. Quiero.
2. No quiero.
3. No puedo.

Las primeras triunfan en todo.
El segundo grupo se opone en todo.
El tercero fracasa en todo.

¿A cuál perteneces tú?

Cuando las personas dicen que no pueden, es porque han perdido la esperanza de triunfar, de salir adelante con éxito. Esa perspectiva oscura hace que bajen la guardia y deciden no seguir luchando y prefieren abrirle la puerta a la depresión.

Si tú crees que puedes, puedes ¡!

El punto esta en que le creas a Dios de lo que dice de ti y del potencial que te ha confiado para que triunfes en la vida. Cuando dices: “No puedo”, significa que lo intentas pero no al cien, sino al cincuenta o menos de tu esfuerzo total. Haces las cosas sin fe, convencido de que no se podrá.

Si acostumbras a decir “no puedo”, entonces el fracaso, la desesperación, el miedo, la inseguridad, la inestabilidad y la preocupación neurótica son tus aliados. Todo esto es un estilo de vida vacía y triste.

Salmo 18:29 NVI
Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército; contigo, Dios mío, podré asaltar murallas.

No lo intentes solo(a), hazlo con Dios, apoyándote en Sus promesas bíblicas que te ha revelado, manteniéndote creyéndole a cada paso. No importa lo que oigas, lo que veas y lo que sientas, debes seguir adelante sin dudar hasta la meta, a pesar de los obstáculos y frustraciones, esto se llama perseverancia y ésta nace de la fe en Dios.

Las personas que dicen “quiero”, son atrevidas porque le creen a Dios y confían en los dones, habilidades y potencial que el Señor les ha dado para triunfar. Viven de acuerdo a los principios espirituales del Reino de Dios. Se mueven en el terreno de lo imposible.

Las personas que “no quieren”, demuestran necedad o terquedad. Están acostumbrados hacer siempre lo mismo y reciben los mismos resultados de siempre. No están dispuestos a cambiar porque tienen miedo al cambio, al que dirán y al fracaso. Siempre buscan “los peros” a las cosas, por eso se oponen rotundamente al progreso.

Para triunfar en el matrimonio y la familia, en la escuela, en los negocios y en todo lo que emprendas, solo diles a Dios y a las personas que te rodean, “Quiero”.

El que quiere, puede y el que puede, ¡puede! porque le cree a Dios.
Y tú, ¿Le crees a Dios?