martes, 2 de octubre de 2007

EL ALTAR PARA LOS DIFUNTOS

Investigación: Ernesto Rosas

En algunos hogares de México es costumbre poner el altar de muertos. Antiguamente se ponía en la sala de la casa, a la vista de los visitantes y amigos. Hoy en día los podemos encontrar en el área más íntima de la casa.

La fotografía de nuestro ser querido ocupa el lugar principal del altar y alrededor se colocan objetos que la persona disfrutaba en vida como: los platillos o alimentos que más le gustaban, sus cosas predilectas como un libro, cigarros, hasta la botella de licor que prefería. "...pues el difunto podría volver ese día a la casa y hay que atenderlo bien". También se colocan algunas imágenes religiosas, como una virgen, un cristo y algunos santos.

Algunos objetos decorativos como: las flores de "Tzempaxuchitl", calaveritas de azúcar y el Pan de Muerto; son parte de la tradición antigua.

También el copal y el incienso de olor penetrante que invaden el aire le dan un olor más místico, más pagano o misterioso haciéndonos creer que realmente los muertos pueden venir. Ya en la noche, las velas, los cirios o las veladoras son encendidos en espera del ser querido que vendrá a visitarnos.

1. Origen del Día de muertos

La muerte es el destino inexorable de toda vida humana y es natural que nos asuste y angustie su realidad, sobre todo cuando vemos de cerca el peligro de morir o cuando afecta a nuestros seres queridos.

Este resumen dedicado a la celebración del Día de Muertos tiene el propósito de acercar a niños y adultos con la idea de la muerte, para que la vayan aceptando como parte inevitable de la vida humana, conocer cómo algunas culturas antiguas también hacían ritos sobre la muerte; y fortalecer el carácter desde el punto de vista religioso.

Además, espero pueda ayudar a entender mejor la sensibilidad mexicana, nuestra manera tan particular entender y dar sentido a la celebración del Día de Muertos.

Más que el hecho de morir, importa más lo que sigue al morir. Ese otro mundo sobre el que hacemos representaciones, costumbres y tradiciones que se convierten en culturas, todas de igual importancia, pues ante el camino desconocido que la muerte nos señala, sólo es posible imaginarla con símbolos.

2. El culto a los muertos en otras culturas

En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar. Les rendían culto construyendo templos y pirámides.

En la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaba las grandes deudas que se tenían con los antepasados. Los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus.

Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo. Este espíritu era quien recibía las ofrendas.

En los siguientes versículos nos enseñan las características del lugar de los muertos, lo cual demuestra que no pueden regresar a nuestra dimensión espacio-tiempo. No hay ánimas en pena mejor conocidas como “fantasmas”, que en realidad son demonios que habitan en ciertos lugares que los humanos le entregaron bajo un pacto sin saberlo a través de la hechicería, brujería, la ouija, lectura de cartas, limpias, satanismo, prácticas esotéricas, metafísica y todo lo relacionado con el ocultismo.

Isaías 14: 9-10
• En el seol hay muertos.
• Están concientes.
• Hay príncipes y reyes.
• Hablan.
• Se mueven.

Ezequiel 32:17-32
 Hay muertos.
 Es un lugar profundo de la tierra.
 Hablan.
 Incircuncisos = Impíos = malos.
 Llevan con ellos su confusión.
 Se identifican por nombre.
 Llevan consigo sus pecados.
 Es un lugar de quebranto.
 Comparten su confusión.

Lucas 16: 19-31
• Lugar de tormento.
• Pueden ver.
• Hablan.
• Tienen sed insaciable.
• Son atormentados con fuego.
• Una “sima” (abismo) los separa.
• Se preocupan por otros (los que están vivos) para evitar el mismo sufrimiento, pero ya es tarde.

No hay forma de pasar la sima de un lado a otro, esto significa que los muertos no regresan a nuestra dimensión de espacio-tiempo. Tampoco se puede hacer contacto con los muertos por ningún medio ni a través de nadie. Con esto queda demostrado que el festejo tradicional y religioso del “día de muertos” es un completo fraude y engaño. Debemos erradicar la ignorancia y las consecuencias negativas que conlleva esta tradición con la obediencia total de la Biblia.

3. Los aztecas y el culto a la muerte

La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos.

En la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer. Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472): Somos mortales / todos habremos de irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. / Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.

Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida.

El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos. Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad. Para los pueblos prehispánicos la muerte no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.

Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas, así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los paraísos del Tlalocan.

Bibliografía:

Todos los datos de esta investigación fueron recopilados a través de la Internet y proceden de las siguientes fuentes:

 Página sobre el Día de Muertos: http://www.acabtu.com.mx/diademuertos/
Sitio dedicado al tema y premiado por los Ángeles Times el 30 de octubre del 97.

 Carta: Sobre el día de Muertos. Por el Presbítero Católico Serafín Arzate Silva, carta publicada en http://www.acabtu.com.mx/diademuertos/
Acapulco, Gro. Noviembre de 1996.

 Ponencias Instituto Cultural Raíces Mexicanas. Copyright © 1996 by Instituto Cultural
"Raíces Mexicanas" & David Rojas.

 Páginas católicas www.encuentra.com y www.ewtn.com para referencias históricas sobre el origen religioso de la fiesta.
http://www.encuentra.com/includes/documento.php?IdDoc=2535&IdSec=224
http://www.ewtn.com/Nuestrafeenvivo/Letters/2000/Carta_octo.htm

Otras páginas interesantes:
http://www.libertytothecaptives.net/candy_coated_halloween.html

COMENTARIO FINAL

Nuestra intención no es promover alguna religión, solo queremos proclamar a Jesucristo como Señor y Rey del universo, el que murió,resucitó y vive por siempre.

¿Quieres que Jesús sea tu Señor, tener una nueva vida y te llene de amor?Repite esta oración en voz audible:

“Padre nuestro que estas en los cielos, te doy gracias por tu amor manifestado a través de tu único Hijo. Yo creo que Jesús encarnó, murió, resucitó al tercer día conforme a las Escrituras, lo has glorificado, esta sentado a tu diestra y Él viene pronto por Su iglesia. Creo en Jesús como mi Señor.

Padre Santo, me arrepiento de todos mis pecados y te ruego que me perdones en el nombre de Jesús y me limpies de toda maldad con Su poderosa sangre.

Padre, te ruego en el nombre de Jesús me enseñes a vivir el verdadero cristianismo, conforme a tu Palabra, y a obedecerte en todo, porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por siempre, amén.”


Bienvenido a la gran familia de Dios. En este momento hay fiesta en los cielos por esta importante confesión de fe que acabas de hacer, al creer en Cristo Jesús como Señor. Te recomiendo que te reúnas con un grupo cristiano para que te enseñen las Escrituras. Lee tu Biblia y platica con Dios (orar) todos los días.

Si eres de Pachuca, te esperamos en nuestra congregación los domingos en la mañana. Mayores informes, visita nuestra página: www.amistaddepachuca.org.mx o al teléfono: 7 19 65 79 --Hasta pronto--