jueves, 4 de octubre de 2007

VIVIENDO POR FE

Por Ernesto Rosas

La vida cristiana se inicia por fe y se debe mantener por fe, es decir, es un acto y una actitud permanente hacia Dios, creo ahora y me mantengo creyéndole a Él, pase lo que pase, sienta lo que sienta, oiga lo que oiga y vea lo que vea, por eso las Escrituras dicen “...por fe y para fe...”. Muchos creen al momento pero no se mantienen creyendo, por eso fracasan.

Vivir por fe es el estilo de vida del cristiano cada segundo de su existencia. Vivir por fe es una señal evidente de la humildad ante Dios, porque manifiesta la total dependencia hacia Él. Por tal motivo es necesario aprender los principios fundamentales de la fe en el Reino de Dios.

La fe es nuestra respuesta al amor, misericordia y gracia de Dios. La fe es la base para nuestra relación con Dios. La fe abre el alma para confiar, dar y amar. La fe forma la base para todas las relaciones.

Hebreos 11:1

¿Qué es la fe?
Es la GARANTIA de lo que se espera.
Es la CERTEZA de lo que no se ve.

La incredulidad es el orgullo del hombre diciendo: “yo no necesito de nadie”. La consecuencia es que no existen bases para ninguna relación.

La fe es la aceptación de verdades y realidades no certificadas por la razón humana. La fe percibe como un hecho real lo que no es percibido por los sentidos.

El arrepentimiento prepara el corazón del hombre para crecer.
La fe es el canal por donde la gracia de Dios fluye hacia adentro de la vida del hombre. El orgullo cierra la puerta para con Dios y con los demás. La fe establece los fundamentos para tener una relación con Dios ahora.

La fe es la sustancia o infraestructura donde nos apoyamos para llegar a Dios. Ejemplo, en Mateo 14:22-31, relata que Pedro caminó sobre el agua y nos enseña que lo hizo sobre una base o plataforma sólida como una tabla, donde dio pasos firmes.

Fe en Dios, la palabra “EN” en griego significa SOBRE, por eso Pedro pudo caminar sobre las circunstancias, que en ese caso fue el agua.

Las Escrituras en Hebreo 11:1 NVI dice:
“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”.

En versión de las Américas dice:
“Ahora bien, la fe es la certeza (sustancia, seguridad) de lo que se espera, la convicción (evidencia, demostración) de lo que no se ve.”

La fe es en el presente, es “Ahora”.

1 Tesalonicenses 5:8 NVI
“Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio (tengamos dominio propio, es decir, disciplina), protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación.”

La coraza de la fe protege nuestro corazón, nuestro hombre interior, es en el presente. El casco de la esperanza protege la cabeza, nuestra mente, pensamientos, y esto se proyecta hacia el futuro, porque nuestra esperanza es que Cristo viene pronto a entregar las recompensas a los cristianos fieles y pasar la eternidad con Él.

Romanos 10:9-10 NVI
“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.”

Del versículo anterior la palabra “PARA” en griego es “EIS” significa “para ir adentro de...”, todo esto nos enseña que creemos para ir adentro de la justicia.

Juan 6:47 NVI Jesús dijo:
“Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna.” Aplicando lo anterior: “El que cree para entrar en mi, tiene vida eterna.” Ésta es una fe dinámica.

La fe no es una aceptación mental estática que no cambia en nada su vida. –Así piensa mucha gente religiosa-.

Muchas personas dicen: “Yo tengo fe en Dios”. Pero su vida demuestra lo contrario, porque visitan a los brujos, les leen las cartas o el café, guían su vida por el horóscopo, son supersticiosos, y hacen otras prácticas que a Dios no le agradan.


I. UN PRINCIPIO ESPIRITUAL

EN EL REINO DE DIOS
El principio es creer primero y luego ver. No podemos depender de nuestros sentidos y sentimientos para creer, porque lo único estable es Dios. Se cree con el corazón.

El Salmo 27:13 nos enseña que primero es creer y luego ver. La filosofía de todos los tiempos dice que primero es ver para creer, y esto demuestra que no tienen fe en Dios como un principio espiritual para un estilo de vida diferente, estable y duradero.

Mateo 28:16-17 nos muestra que algunos dudaron, estaban peor que Tomas, porque vieron a Jesús con sus propios ojos y aún así entró la duda en su corazón.

Definitivamente la fe es lo único que nos hace mover en el terreno de lo sobrenatural y empieza todo en el corazón. Vivir por fe es el estilo de vida del cristiano atrevido que le cree a Dios para avanzar y conquistar lo imposible.