miércoles, 16 de septiembre de 2009

Clase 22 - GC 2009

LA GLORIA HUMANA
Juan 5:41-47

Cuando el hombre no conoce a Dios hace una serie de cosas que son desagradables para el Señor, que por su misma ignorancia y necedad los establece como un patrón de vida. Hay personas que buscan la gloria humana, el que se les haga caravana y se les reconozca por algo, que hablen bien la gente de ellos. Todo esto alimento el ego y desarrolla más la soberbia.

Jesús vio el corazón de la gente que realmente no amaba a Dios y que no tenían un discernimiento desarrollado para distinguir quién viene de parte del Señor y quién no, porque los israelitas no aceptaban a Jesús y no creían en Él. Vemos que a las personas les es más fácil creer en cualquier charlatán que viene con ideas o doctrinas esotéricas y ocultas, que a un cristiano que comparte el evangelio de Jesucristo. Los tiempos no han cambiado en cuanto a eso.

La gente da gloria a otros para recibir gloria, por eso Jesús rechazo la gloria humana porque era falsa y vacía. Nosotros debemos buscar la gloria de Dios, Su Presencia y Su Palabra, porque ahí está su gloria. Jesucristo es el reflejo mismo de la gloria de Dios. Nosotros damos la gloria al Señor a través de la adoración, de la obediencia y del buen testimonio. Hebreos 1:3

La gente hablaba bien de Jesús pero por su mala manera de vivir como resultado de no conocer ni amar a Dios, esa gloria que daban el Señor la rechazaba, no la aceptaba, porque no tenían un compromiso serio y firme con el Creador. Eran personas convenencieras que solo buscaban su propio beneficio nada más.

¿Qué clase de gloria le estamos dando al Señor?
¿Realmente estamos buscando la gloria de Dios?
¿Dios esta aceptando la gloria que le damos?
¿Cómo es nuestro testimonio?
¿Somos cristianos convenencieros?

Debemos tener vidas santas y consagradas a Dios, apartado de toda maldad, de mentiras, de rencores y amarguras. Debemos dar nuestro mejor esfuerzo para agradarle en todo, vivir una vida comprometida con Él y disfrutar al máximo que somos hijos de Dios. Démosle la gloria al Señor con lo mejor de nuestra vida y con todo nuestro amor.