jueves, 5 de enero de 2012

Clase 10 - GC 2011

NO TENGAS MIEDO

Isaías 43:1-5

Una de las experiencia que todo ser humano ha experimentado en algún momento de su vida es el miedo, que es una sensación de inseguridad cuando si vida está en peligro o que piensa que la puede perder. La cuestión es que existen personas que por lo general siempre tienen miedo a algo, al futuro porque no sabe de qué vivirá, a la crisis mundial del presente porque no sabe qué hacer si pierde el trabajo, miedo a la oscuridad, entre otras cosas.

Dios está formando nuestras vidas y las pruebas de nuestra fe son parte del proceso para forjar un carácter firme y estable, con una fe más solida que va ascendiendo a otros niveles cuando nos mantenemos confiando en las promesas de Dios. El miedo está relacionado con nuestra manera de pensar porque las emociones siguen al pensamiento. ¿Qué tipo de pensamientos tienes cuando pasas tiempos difíciles o adversos?

Las personas que acostumbran a tener pensamientos negativos o pesimistas, pueden tender a caer continuamente en las trampas del miedo. Es necesario renovar esos pensamientos negativos que roban tus fuerzas y tu fe. El miedo no te deja que te transformes en el hombre o la mujer de fe que Dios quiere que seas, por eso es necesario alimentar nuestro espíritu con Su Palabra para pensar como el Señor piensa y ver la vida como Él la ve. Romanos 12:1-2

(v.2-3) Somos hijos Dios y nos ha escogido para que seamos sus siervos en la extensión de su Reino y en el cuidado de Su Iglesia. Algo que no debemos olvidar es que el Señor no nos abandona. En medio del desierto y la sequedad nos provee agua fresca que es Su Palabra y la Oración intima. Su Espíritu Santo es vital e insustituible para nosotros, y Dios nos lo ha enviado y los ha derramado para que esté Sobre nosotros y tengamos poder.

Tenemos la Sangre de Cristo Jesús, Su Palabra y el Espíritu Santo para nuestra seguridad, protección y fortaleza para vencer. Si concentras tus pensamientos en lo difícil del problema o quizás en lo imposible, es muy probable que nazca en tu corazón el miedo y te paralice. Es mejor que ores al Señor, mires y creas en su Palabra, porque te dará seguridad y fe. Venga lo venga, pase lo que pase, sientas lo que sientas, y oigas lo que oigas, no dejes de creer los pensamientos de Dios que están plasmados en la Biblia.

El miedo es todo lo contrario a la Fe. Si no alimentas tu Fe con la Palabra y la oración, es fácil que seamos engañados por las circunstancias y caigamos en el miedo, llevándonos a tomar decisiones precipitadas y quizás equivocadas.

Dios todos los días nos dice a través de Su Palabra que no tengamos miedo, que confiemos en Él y veamos su poder obrando a favor nuestro. Solo debemos mantenernos creyendo sus promesas que están en Su Palabra y actuar conforme a ella.