1Pedro 1:3-4
Nosotros somos el resultado de nuestras propias decisiones, y debemos ser responsable de todas ellas, no busquemos a quién cargarle el muerto como dice la frase popular, es decir, no busquemos culpables para desahogar nuestra conciencia o fortalecer el egoísmo y el orgullo. Hoy vivimos o enfrentamos los resultados de las decisiones de ayer. ¿Cómo es nuestra vida hoy? ¿La estamos disfrutando al máximo? ¿Estoy satisfecho con el estilo de vida tengo?
Nuestra estructura mental o la manera de pensar es la base para tener un estilo de vida agradable y plena. Pensamientos sanos y estables son importantes para proyectar nuestra vida de manera positiva y vivir bien. ¿Cuál será la fórmula para vivir bien? ¿Qué se necesita para vivir bien? ¿Qué necesito para vivir como Dios manda?
(v.3) Se nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda, bien y en sobreabundancia. El Señor solo piensa en bendecirnos y nosotros debemos hacer lo mismo. Nuestras palabras, actitudes y acciones deben bendecir a Dios y a los que nos rodean. La Biblia nos da todos los recursos que podamos necesitar, solo debemos creer con firmeza sin dudar y hacer lo que dice que debemos hacer.
(v.4) Dios nos ha entregado más ocho mil promesas en la Biblia y todas son nuestras por medio de Cristo Jesús. Pedro dice que son preciosas, valiosas y magnificas para que tengamos parte de la naturaleza de Dios, para que seamos semejantes a Dios en Su imagen santa. La imagen de Dios es Justicia y Verdad, Efesios 4:24. Todo esto será posible cuando escapemos de los malos deseos y de la corrupción que hay en el mundo.
Vivir en santidad nos ayuda a escapar de la corrupción. Por tal motivo es necesario permanecer en la Palabra de Dios a través de la lectura diaria y la práctica de sus consejos para que limpie nuestras vidas y conciencias de toda contaminación del mundo. Juan 17:13-19, 1Pedro 1:22
La palabra corrupción significa que se distorsiona la imagen original. Es alterar la forma de algo o la imagen de alguien. Es soborno, vicio, abuso. Cuando Adán y Eva pecaron, la imagen de santidad que tenían originalmente se distorsionó, y empezaron a prevalecer los malos deseos en la vida de los seres humanos, y éstos abren la puerta a la corrupción para distorsionar la justicia y la verdad.
Escapemos de los malos deseos y de la corrupción que el mundo ofrece, para mantenernos sin mancha, con una vida santa, practicando en todo y por todo, la justicia y la verdad. La palabra “santo” significa apartado de la maldad e inmundicia. Dios quiere que tengamos una vida santa para que vivamos como Él manda, en paz y sobreabundancia, entre otras muchas cosas que ha diseñado para nuestro bienestar. Y tú ¿Cómo vives? ¿Vives como Dios manda? – Hoy puedes comenzar hacerlo y disfrutar todo lo que Dios te ha concedido por medio de Cristo Jesús. Arrepiéntete de toda maldad, corrupción e inmundicia. No lo vuelvas hacer.