jueves, 5 de enero de 2012

Clase 2 - GC 2011

FIJA TU MIRADA

Hebreos 12:2

Los atletas que corren competencias de los cien metros no deben distraerse con los pensamientos ni con mirar a los que están a su alrededor, mucho menos ver la fama que tienen sus rivales. Deben mantenerse en un solo pensamiento para canalizar toda su fuerza en la competencia mirando un solo objetivo, llegar a la meta primero que todos. Los atletas deben mantener un alto nivel de pensamiento para lograr el éxito después de un arduo entrenamiento.

Puede llegar a tener una gran influencia todo lo que vemos en nuestros pensamientos que llegan a repercutir en las emociones y en las actitudes. Cuando las personas se concentran en solo mirar el lado negativo de las circunstancias adversas de la vida, lo más seguro es que se la pase llorando, lamentándose y cayendo en estados fuertes depresivos. Donde decidas poner tu mirada, eso traerá una gran influencia en tu comportamiento. Según el nivel de pensamientos o patrones mentales será la manera de interpretar todas las circunstancias que pueda enfrentar.

Las personas que deciden mirar las circunstancias adversas obtendrán desánimo, depresión, angustia y ansiedad. Los que deciden mirar al hombre (ser humano) se desilusionarán, pero los que deciden mirar a Cristo Jesús pase lo que pase, obtendrán Fe y fuerzas para perseverar en las metas que se haya trazado.

La Escritura dice que debemos “Fijar” la mirada en el Señor Jesús que es el autor de nuestra fe. Fijar se refiere anclar, clavar, mantener la mirada sin distraerse, bien concentrados en la “Misión” o en la “Meta”, con la mentalidad de superar todos los obstáculos y sufrimientos que esto pueda traer.

Jesús puso si mirada en Su meta y eso le dio ánimo y gozo en pensar en los resultados que esto traería para toda la humanidad. El Señor nos enseña la importancia de mantenerse animado en el proceso de alcanzar las metas, viendo los beneficios o el premio que trae todo el esfuerzo y sufrimiento por el esfuerzo en lograr cada objetivo.

Jesús estuvo dispuesto a sufrir la cruz, y esto nos habla de sufrimiento, dolor y disciplina para avanzar con pasos firmes con ánimo creciente hacia la meta. No se concentro en la cruz o en el dolor que estaba pasando y la que le faltaba por pasar, sino que se concentro en los resultados después de la cruz. No le afectó el saber que estaría desnudo delante de tanta gente desconocida, su familia y discípulos, porque eso era muy vergonzoso para la sociedad de aquellos tiempos, mejor se concentró en mirar y pensar en la salvación de la humanidad.

Lo mismo debemos hacer nosotros para lograr nuestra meta. No nos concentremos en el precio que debemos pagar con el dolor y la disciplina que conlleva, sino en los resultados que esperamos alcanzar con nuestro esfuerzo. Jesús es nuestro máximo ejemplo a seguir. Fijemos nuestra mirada solo en Él para mantenernos llenos de fe y con mucho ánimo.