Lucas 3:7-9
Dios esta esperando buenas obras de nosotros sus hijos y es algo que debemos empeñarnos en hacer. No basta con querer hacer buenas obras y no hacerlas, porque solo queda en muy buenas intenciones, debemos comprometernos en hacer buenas obras siempre, pero mientras no hay un arrepentimiento genuino, no podremos dar un buen fruto.
Juan el bautista en su predicación remarcó que produzcamos fruto de arrepentimiento, significa un buen fruto permanente, es decir, que constantemente estemos dando buen fruto, pase lo que pase, venga lo que venga, sintamos lo que sintamos, es muy importante dar un buen fruto, buenas obras, buenas acciones y actitudes.
Jesús nos escogió para dar buen fruto y que perdure, no quiere cristianos petateros, por el dicho popular que dice: “Como llamarada de petate”, que se prende y luego se apaga, no tiene duración. Jesús quiere que nuestro fruto perdure, que sea constante, no de vez en cuando. Juan 15:16
El verdadero arrepentimiento te hace regresar a Dios y someterte a su voluntad. No puedes regresar a Dios sin abandonar lo malo de manera permanente. Debes tomar una seria y comprometida decisión de abandonar lo malo, de renunciar a ello y negarte a practicar la maldad que estabas haciendo antes de conocer a Jesús como Señor. El verdadero arrepentimiento se demuestra haciendo buenas obras.
Arrepentirse significa que das cuenta que estas en la dirección incorrecta al hacer lo malo, que andas en el camino del maligno, entonces decides virar o regresar al camino correcto de las buenas obras, en dirección de Dios, agradándole solo a Él.
Jesús fue muy claro y conciso en su enseñanza de éste tema, simplemente dijo: “Te arrepientes o te mueres” Nos refleja que todos morirán (2da muerte) si no se arrepienten de estar haciendo lo malo. Lucas 13:1-5
El agricultor busca fruto, pero el árbol que no da fruto lo corta y lo quema. Dios también busca fruto y la historia dice que tres años el árbol no dio fruto, pero el jornalero pidió una oportunidad más de un año. Su estrategia era “Cavar alrededor” (arrepentimiento y Liberación) y “Echarle abono” (Sanidad y alimento espiritual). Lucas 13:6-9
Dios quiere que des fruto, es necesario cavar alrededor de tu vida, que te liberes de la amargura y el rencor, de las maldiciones que arrastrado por mucho tiempo. Que echen abono en tu vida, que recibas la sanidad emocional a través del perdón a los que te hicieron daño, alimentándote de la Palabra y la oración, para que tu vida crezca y de buen fruto.
Arrepiéntete de las malas obras y deja que Dios te Libere y te Sane. Puede ser tu última oportunidad. Empieza ahora mismo, no lo dejes para mañana.