DIOS PERDONA Y SANA
Salmo 103:1-5
La gratitud a Dios debe estar siempre presente
en nosotros, no debemos olvidar todos los beneficios que nos ha dado por medio
de Su único Hijo, Jesucristo. El rey David decía: “Alaba, alma mía al Señor; alabe
todo mi ser Su Santo nombre” – Todo nuestro ser es: espíritu, alma y cuerpo. Cuando
habla del alma se refiere a nuestros pensamientos, emociones y la voluntad.
(v.3) Debemos estar completamente agradecidos
por lo Dios ha hecho por nosotros y en nosotros. El perdón es un beneficio sin límites,
porque ahora tenemos paz con Dios y tenemos acceso a Su gracia por medio de la
fe en Cristo Jesús. Cuando confesamos, nos arrepentimos, nos apartamos de nuestros
pecados, y confesamos a Jesús como Señor, nuestro Padre celestial nos otorgo el
perdón y volvemos a tener comunión con Él como en el principio. Marcos 1:15,
Proverbios 28:13, Romanos 5:1-5, 1 Juan 1:7-10
Tener paz con Dios es lo más importante para el
ser humano, porque de nada sirve que tenga todos los bienes materiales y no
tiene la paz con Dios, porque
no disfruta sus bienes al máximo por no tener una conciencia limpia. Solo la
sangre de Cristo nos puede limpiar nuestra conciencia para tener una íntima comunión
con Dios. Hebreos 9:14 y 10:19-25
Cuando tenemos paz con Dios, entonces Su paz
reposa en nuestro corazón haciéndonos vivir confiados y tranquilos, disfrutando
de Su amor cada día, cada segundo de nuestra existencia. Encontramos la razón
de vivir y realmente ahí es cuando empezamos a disfrutar la vida como Dios
manda, vivimos como Él quiere que vivamos y solo queremos agradar al Señor. 1Tesalonicenses
4:3-8, 1 Pedro 1:13-22
(v.3-4) No olvidemos que Cristo Jesús cargó con
toda enfermedad para que nosotros fuéramos sanos. La sanidad no solo es en el
cuerpo, sino es en los pensamientos, emociones, el cuerpo y en las relaciones
interpersonales. No limites al Señor a sanar solo el cuerpo, porque su poder va
más allá de lo que nos podamos imaginar. Isaías 53:5, 1 Pedro 2:21-25
Dios ha hecho tantos milagros que nos podríamos
enumerarlos porque todos los días está haciéndolos en toda la faz de la tierra,
donde hay creyentes que están clamando y creyendo en Su Palabra. Nuestra fe es
la que suelta los milagros de sanidad. Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre,
por lo tanto sigue haciendo milagros porque Él vive por siempre. Hebreos 13:8
No olvidemos todos los beneficios que Dios nos
ha dado por medio de Su Hijo Jesucristo. Recordar los beneficios nos mantiene
agradecidos con Dios y nos motiva a seguir creyendo en Sus promesas para
conquistarlas por medio de la fe en Jesús.
Te invito a que reflexiones sobre todos los
beneficios que Dios te ha dado y dale gracias por cada uno de ellos. Seamos
agradecidos todos los días y por todo, porque es una manera de honrarlo también.
Salmo 50:14, 22-23, 1 Tesalonicenses 5:18