DISFRUTANDO SU AMOR
Salmo 103:11-18
El amor de Dios es un tema de los más
importantes que pueden existir en todo el universo, porque por amor nos creo
con un diseño y plan único, que va más allá de lo que nos podamos imaginar.
Siempre pensó en la palabra “Familia”, porque Él es el origen de toda familia
que existe en la tierra. Lamentablemente la desobediencia del hombre
interrumpió el plan de Dios por un tiempo hasta que Su único Hijo vino en forma
humana para pagar con la muerte por nuestros pecados. Efesios 3:14-15, Juan
3:14-21
Dios ama a todo el género humano con amor
incondicional, ama al pecador pero no ama el pecado que hace. El pecado separa
al hombre de Dios y no puede tener una comunión íntima con Él, y esta privado
de Su gloria. Dios ama al hombre y quiere bendecirlo, pero mientras no se
arrepienta y se aparte del pecado, siempre habrá un gran abismo que lo separa
del Padre Celestial. Romanos 1: 26-32 y
3:21-24
El amor de Dios se disfruta al máximo cuando el
hombre se arrepiente de sus pecados, los abandona, confiesa a Jesús como Señor
y camina cada día de su vida con el temor de Dios, es decir, buscando agradarle
en todo y obedecerle en todo.
Debemos entender con claridad que el “Temor de
Dios” significa simplemente “Odiar el pecado, la maldad”. Todo esto conlleva el
odiar el orgullo, soberbia, la mala conducta y las palabras corruptas o
lenguaje perverso. Proverbios 8:13
El temor de Dios es reverencia, respeto,
sumisión, amor. Todo lo que pensemos, hablemos o hagamos debe ser con el temor de
Dios, es decir, eliminando el orgullo, la mala conducta y el lenguaje perverso
como dice la Escritura. Definitivamente, cuando vivimos en el temor de Dios,
nuestra vida es otra, reflejamos realmente a Jesús con nuestra manera de vivir.
Todo esto nos permite cosechar y disfrutar las bendiciones que el Señor ha
preparado para sus “hijos”. Eclesiastés 7:18 y 8:12-13
Las personas que no tienen el temor de Dios, lo
reflejan en su manera de vivir, el cómo trata a su cónyuge, hijos y las demás
personas que lo rodean. Por lo general siempre están en graves problemas de
diferente tipo, no pueden dormir tranquilamente, viven desesperados y una
constante angustia, pero no podrán tener paz en su corazón hasta que se rindan
al Señor y se arrepientan de sus pecados. Salmo 55:19-21, Jeremías 13:23,
Jeremías 18:5-11
Tener el temor de Dios podemos vivir tranquilos
y no nos metemos en problemas porque evitamos el mal. Hoy es tiempo de
disfrutar la presencia y el amor de Dios, tomando la decisión firme de caminar
cada segundo de nuestra existencia en el temor de Dios, odiando con todo
nuestro corazón el mal. Proverbios 19:23, 16:6, 22:4, Salmo 97:10
No olvidemos que Dios nos ama y solo quiere
bendecirnos, entonces caminemos en justicia.