MI REFUGIO Y FORTALEZA
Salmo 91:1-4
Cuenta la historia de una gallina que puso sus
huevos en el establo, en un nido que había hecho de paja para poderlos empollar
y cuidarlos hasta que salieran sus pollitos. Después de un tiempo, finalmente
llegó el día esperado por la gallina, se rompieron los cascarones poco a poco
hasta que salieron sus hijos. Los polluelos crecieron y salían con su mamá a
caminar fuera del establo a pepenar como lo hace su especie.
Un día estaban los pollitos en el establo
durmiendo debajo de las alas de su mamá, y ocurrió un lamentable incendio en
ese lugar, la gallina se quedó cubriendo a sus hijos. Después que contralaron
el fuego, los dueños del lugar revisaron el establo y vieron un bulto quemado y de repente salieron debajo
de ese bulto unos pollitos que sobrevivieron al incendio. Su mamá dio su vida,
los cubrió con sus alas y ellos se escondieron debajo de ella.
(v.1) Nosotros tenemos un Padre celestial
amoroso y protector, que no quiere que nos pase calamidades porque ese no es su
plan, solo quiere bendecirnos y prosperarnos en todo. Debemos habitar bajo la
sombra de su protección y no salirnos de ahí, como lo hicieron lo pollitos que preservaron
su vida por la protección de su mamá. Estamos protegidos por el todopoderoso,
porque eso es nuestro Padre Dios. “Bueno
es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en Él
confían.” Nahúm 1:7
Salmo 139:5 – “Tu protección me envuelve por
completo; me cubres con la palma de tu mano”
Salmo 91:2 – “Yo le digo al Señor: Tu eres mi
refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío”
Cuando nosotros buscamos a Dios a través de la
oración, de la lectura y obediencia de Su Palabra, nos estamos poniendo bajo Su
abrigo y protección, estamos bajo Su cobertura. Entonces el Señor todopoderoso
da la cara y pelea por nosotros. Es relevante remarcar que no debemos salirnos
de la sombra de su protección.
Israel cuando salió libre de Egipto y comenzó a
caminar por el desierto rumbo a la tierra prometida, Dios les puso en el día
una nube para darles sombra y frescura, y en la noche les puso una columna de
fuego para darles luz y calor, para que el frío del desierto no les afectara. Esto
se llama la protección de un Padre. Dios solo quiere nuestro bienestar. Éxodo 13:17-22, Jeremías 29.11
(v.3-4) Solo Dios puede librarnos del maligno y
de cualquier plaga (enfermedad) que exista, porque nuestro Padre el todopoderoso
nos cubrirá con sus alas para librarnos. Sus fieles promesas (verdad) son
nuestra armadura y protección, debemos creerlas con todo nuestro corazón y no
permitir que entre la duda y la incredulidad porque eso rompe la confianza (fe)
en Dios.
Dios y Su Palabra (verdad) son nuestro refugio
y fortaleza. No dejemos de confiar en el Señor pase lo que pase, no importa lo
que veamos u oigamos, nada debe debilitar nuestra confianza en el Señor, por lo
tanto permanezcamos fieles a Su palabra. Dios es bueno, nos ama y protege.