sábado, 19 de mayo de 2012

Clase 14 - GC 2012


MI REFUGIO Y FORTALEZA
Salmo 91:1-4

Cuenta la historia de una gallina que puso sus huevos en el establo, en un nido que había hecho de paja para poderlos empollar y cuidarlos hasta que salieran sus pollitos. Después de un tiempo, finalmente llegó el día esperado por la gallina, se rompieron los cascarones poco a poco hasta que salieron sus hijos. Los polluelos crecieron y salían con su mamá a caminar fuera del establo a pepenar como lo hace su especie.

Un día estaban los pollitos en el establo durmiendo debajo de las alas de su mamá, y ocurrió un lamentable incendio en ese lugar, la gallina se quedó cubriendo a sus hijos. Después que contralaron el fuego, los dueños del lugar revisaron el establo y vieron  un bulto quemado y de repente salieron debajo de ese bulto unos pollitos que sobrevivieron al incendio. Su mamá dio su vida, los cubrió con sus alas y ellos se escondieron debajo de ella.

(v.1) Nosotros tenemos un Padre celestial amoroso y protector, que no quiere que nos pase calamidades porque ese no es su plan, solo quiere bendecirnos y prosperarnos en todo. Debemos habitar bajo la sombra de su protección y no salirnos de ahí, como lo hicieron lo pollitos que preservaron su vida por la protección de su mamá. Estamos protegidos por el todopoderoso, porque eso es nuestro Padre Dios. “Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en Él confían.” Nahúm 1:7

Salmo 139:5 – “Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano”
Salmo 91:2 – “Yo le digo al Señor: Tu eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío”

Cuando nosotros buscamos a Dios a través de la oración, de la lectura y obediencia de Su Palabra, nos estamos poniendo bajo Su abrigo y protección, estamos bajo Su cobertura. Entonces el Señor todopoderoso da la cara y pelea por nosotros. Es relevante remarcar que no debemos salirnos de la sombra de su protección.

Israel cuando salió libre de Egipto y comenzó a caminar por el desierto rumbo a la tierra prometida, Dios les puso en el día una nube para darles sombra y frescura, y en la noche les puso una columna de fuego para darles luz y calor, para que el frío del desierto no les afectara. Esto se llama la protección de un Padre. Dios solo quiere nuestro bienestar. Éxodo 13:17-22, Jeremías 29.11

(v.3-4) Solo Dios puede librarnos del maligno y de cualquier plaga (enfermedad) que exista, porque nuestro Padre el todopoderoso nos cubrirá con sus alas para librarnos. Sus fieles promesas (verdad) son nuestra armadura y protección, debemos creerlas con todo nuestro corazón y no permitir que entre la duda y la incredulidad porque eso rompe la confianza (fe) en Dios.

Dios y Su Palabra (verdad) son nuestro refugio y fortaleza. No dejemos de confiar en el Señor pase lo que pase, no importa lo que veamos u oigamos, nada debe debilitar nuestra confianza en el Señor, por lo tanto permanezcamos fieles a Su palabra. Dios es bueno, nos ama y protege.